martes, 26 de abril de 2011

Seasons

Todos tenemos una estación que nos gusta más que otra. Yo, particularmente, soy amante del verano. Si bien amo esa temporada, también te puedo aceptar que tiene cosas molestas (hola humedad y calor). Y si somos indulgentes, hasta podemos encontrarle cosas lindas a nuestras menos favoritas. Eso no quita que el clima frío (presente desde el otoño, y con mayor injerencia en el invierno) me saque de quicio. Ponerme miles de capas de abrigo hasta asemejarme a una cebolla y seguir teniendo frío es algo que me supera.
Que se me entumezcan las extremidades por las bajas temperaturas y no poder hacer nada al respecto no está bueno. Me dirán "¿pero dónde vivís que hace TANTO frío?", y lo cierto es que al frío, se le suma una mala circulación. Con lo cual, lo sufro, así sean poco menos de 15 grados. Yo soy un bicho tropical, a mi dame calor, musculosas, ropa fresca, bebidas frías y soy feliz. Ni siquiera tengo ropa adecuada para sobrevivir la época invernal, ya que me niego a invertir en sweaters, remeras de mangas largas y pantalones. Así es que salgo al romántico otoño, con sus hojitas caídas, con polleras, remeras sin manga con buzos o sweaters varios arriba, trapos enroscados alrededos de mi cuello. Que encima si caminás más de una cuadra ya transpirás abajo de todo ese ropero y llegás a destino oliendo como si fuera verano. Así que no me vengan con las maravillas del frío y que "en verano por más calor que tengas, llega un punto en que no te podés sacar nada más", porque en invierno, aunque haga frío, llegás a tener calor, y tardás más en sacarte todo (para volvertelo a poner en 5 minutos) que lo que en verano para tirarte panza arriba con un licuado en la mano. Y ni hablemos de mi alergia al cambio de clima. Sí, me da alergia el pase de frío a calor y viceversa.
Algún día, cuando viva en el caribe, seré feliz del todo. Aunque tendría que cambiar de novio, o meterme en un amor a distancia, ya que él prefiere las bajas temperaturas.

sábado, 16 de abril de 2011

Live and let live


Uno podría llegar a pensar que vivir en un pueblo es más tranquilo. Y si uno lo compara con la vida en la gran ciudad se podría decir que tiene razón. Peeeeeeeeeeeeero. Si, siempre hay un pero. Cuando uno vive en un pueblo, es evidente que hay menos personas. Bien, hasta ahí vamos. Si hay pocas personas entonces es probable que se conozcan entre sí. Si no se conocen, siempre hay un amigo de un amigo que conoce a esa otra persona. ¿A dónde voy con todo esto? Que siempre, pero siempre que hagas algo en un pueblo, al otro día lo sabe todo el mundo. Y no hablo de hacer nada descocado, pero llegado el caso, al otro día tooodo el pueblo se entera. Entonces uno comienza a plantearse, que hacer, que no hacer. ¿Por qué? Por el simple hecho de que al otro día la gente habla boludeces, cuentan cosas que no son. Y todo, pero todo, por un simple rumor.

Claro, a mí me paso. Y lo peor es que no hice nada, tan solo hablar con un amigo toda la noche en una fiesta. Pero, como no podía ser de otra manera, al otro día la gente habla. Y ya se te relaciona con esa persona. Y me molesta. Mucho. Pero no hay nada que hacerle porque bien dice el dicho “Pueblo chico, infierno grande”. Es una realidad, y lo ha sido siempre. No queda más que acostumbrarse y no dejarse llevar tanto por el que dirán, sino no podríamos hacer prácticamente nada. Y esto mismo pasa en todos los ámbitos de la vida, y se debe a que el ser humano es chusma y es muy difícil que eso cambie. Sí, me incluyo.

martes, 12 de abril de 2011

Amigos son los amigos

Es muy delgada y difícil de definir la línea que separa a una amistad simple de un conocido. Osea, vos no decís "salgo con un grupo de conocidos", decís "salgo con amigos", aunque tal vez sepas poco y nada de ellos; y es ahí donde empiezan las complicaciones.
¿Por qué? Fácil... Hay gente que enseguida se considera amiga/o y se toma todos los atributos que esta palabra conlleva, y tal vez vos no estés preparada para eso. Es ahí cuando se complican las cosas.
Se entremezclan las emociones, no estás segura de si podes confiarle todo porque no la/o conocés, pero lo intentás porque parece que puede funcionar. Y ahí nomás se te agarra no solo de la mano si no más bien del hombro.
Es entonces donde te tenés que poner un poquito en mala o forra y decirle las cosas como son (re Sprite sonó xD) porque sino, creeme que es un cuento de nunca acabar.
Por pura experiencia personal te puedo decir que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de las manos, y agradezco tener a los mejores para mi.

viernes, 8 de abril de 2011

Good morning, sunshine!

Que tu oficina esté ubicada frente a un albergue transitorio te hace reflexionar. Hoy, por ejemplo, a las 8 a.m. ví llegar un auto y pensé: ¡HAY QUE TENER MUCHAS GANAS! Una cosa es despertarte en tu cama, junto a tu pareja (entiéndase por "pareja" a la persona que esté en ese momento en la cama, no a una relación particular), darle unos besitos, mano va, mano viene, y se da la magia del mañanero entre lagañas y mal aliento. Ahora, levantarte de tu cama, ducharte/vestirte/arreglarte, subirte al auto con la otra persona (o pasarla a buscar), para entrar al telo a hacer un mañanero... ¡Es demasiado laburo! Será que me estoy volviendo vieja y que esas emociones no son para mi.
Me van a decir "seguro estaban de trampa", y es muy probable que así sea, pero igual: ¿una trampa a las 8 a.m.? Soy demasiado vaga para tanto esfuerzo. O será que no tengo que laburar tanto para una "cepillada".
Aún así, podemos decir que el mañanero es bastante positivo: estás bien descansada, con lo cual tenés energía como para arrancar la mañana de manera placentera; estás relajada, lo que hace que el orgasmo se alcance más rápida y fácilmente; tenés muchas chances de que tu compañero esté listo para la acción antes de siquiera abrir los ojos; no tenés que desnudarte, porque es muy probable que ya estés sin ropa (o con muy pocas prendas); el no estar del todo despierta hace que las sensaciones se intensifiquen. Y de más está aclarar que si la sesión es buena, el día lo empezás con un maravilloso humor. Así que, mis queridas, disfruten de sus mañanas en la cama. Un día que lleguen tarde a algún lado por esta causa no les va a preocupar demasiado.

sábado, 2 de abril de 2011

Love Me, Hate Me

El otro día escuché el tema de Eminem Ft. Rihanna, “Love the way you lie”, y me dió qué pensar. Más allá de que me encantó volver a escuchar Eminem que lo tenía abandonado, me llamó la atención la historia que contaba. Si no conoces el tema acá dejo un link. Lo recomiendo.

Pero en fin, ¿a qué traigo esto a colación? En pocas palabras, trata de una pareja que tiene una relación bastante enfermiza. Aunque enfermiza suena feo. Raro. ¿Simbiótica? ¿Es válida? Es decir, una relación en la cual cada uno toma del otro lo que le sirve o necesita para subsistir. Muy similar a la mayoría de las relaciones humanas. Pero, ustedes se preguntarán: ¿y qué hay del amor? Buena pregunta. Y no me refiero solo a relaciones de pareja, también hay amistad, parentesco, etc. Tengo pruebas suficientes para decir que la mayoría de las personas se relacionan por conveniencia. ¿Qué no hay amor? ¡Seguro que sí! Sino el mundo sería otra cosa. Sería horrible. Pero que la mayoría de las personas le temen un poco, también! Y hacen bien, pero también hacen mal. Porque el amor creo que es el sentimiento más fuerte. Que te puede hacer muy feliz, pero también te puede hacer sentir un desgraciado. Y ahora yo les pregunto: ¿Quiénes serían si nunca hubieran sufrido por amor?